Propiedades específicas: Dependiendo de los componentes específicos de la mezcla, podría tener propiedades únicas que son beneficiosas para una aplicación particular. Por ejemplo, si la mezcla contiene solventes, podría tener propiedades de limpieza o disolución. Si contiene ingredientes activos, podría tener propiedades terapéuticas o desinfectantes.
Optimización de la formulación: Las mezclas se pueden diseñar para combinar los beneficios de múltiples componentes. Por ejemplo, una mezcla podría combinar las propiedades de limpieza de un solvente con las propiedades antibacterianas de un agente desinfectante.
Eficiencia en el uso de materiales: Al combinar diferentes ingredientes en una mezcla, se puede optimizar el uso de materiales y reducir la necesidad de múltiples productos individuales, lo que puede ser más conveniente y económico.